miércoles, 23 de enero de 2008

Diseño de la investigación social y sus implicaciones sociales

Normalmente cuando hablamos de ciencia pensamos en un proceso en el que para acceder al conocimiento se debe tener una visión objetiva ajena a cualquier tipo de preconcepción ideológica, es así como ocurre en las ciencias naturales. En ciencias sociales es común la afirmación de que el investigador debe tener una posición aséptica ante su objeto de estudio. Max Weber[1] dice que el científico no puede sostener su labor en juicios de valor, aunque siempre existe un momento subjetivo en el que el investigador decide que parte de la realidad valorar. Weber también afirma que el científico no tiene en sus manos la posibilidad de transformar directamente la realidad social, aun cuando el conocimiento que produzca pueda contribuir a ello. Francisco Gómez Jara cuestiona esta posición y afirma que la sociología libre “libre de valores” es un mito, ya que la investigación siempre está sujeta a los intereses de quienes la promueven y realizan el financiamiento; sirve de manera consciente o inconsciente a la política de sus mecenas. Explica que desde el mismo hecho de seleccionar este o aquel indicador para estudiar los acontecimientos, el investigador está manifestando su orientación teórica y aún ideológica en el estudio del acontecer social.

Gómez Jara para argumentar esto desglosa el proceso de la investigación en tres partes:
A) Los aspectos teóricos o marcos de referencia compuestos por los conceptos, las categorías, las variables y los indicadores a utilizarse.
B) Los aspectos metodológicos referentes al diseño de la investigación, basados en una concepción ya sea deductiva, inductiva o dialéctica que conduzca a su interpretación final.
C) Los aspectos técnicos relacionados con la recolección de datos y su interpretación definitiva.

Esta unidad teórica-metodológica-técnica en las ciencias sociales, conlleva implicaciones de orden ideológico y social.

Hay una corriente sociológica concibe a la realidad de manera estática cuya unidad es la simple suma aritmética de sus partes, utiliza preferentemente técnicas recolectoras de datos exteriores del hecho social. Otra escuela sociológica considera a la realidad de forma dinámica, contradictoria y como unidad algebraica de cambios cualitativos, no le bastan.

¿Cabe o no tener una posición ideológica al momento de realizar una investigación social? Para responder a esto habría que revisar lo expuesto por Durkheim, Weber y Marx al respecto:

Emile Durkheim considera sobre la obtención del conocimiento en las ciencias sociales que debemos “considerar a los hechos sociales como cosa (…) desprendidos de los sujetos concientes que los representan; hay que estudiarlos desde afuera como cosas exteriores”, esta premisa es muy valiosa, pues precisa y sistematiza el conocimiento de lo social.

Más que una definición objetiva del objeto de estudio, Durkheim pugna por definiciones operacionales. Parte de la definición objetiva en busca de otra que represente menos al fenómeno individual y más al colectivo; llega a la conclusión de que es necesario considerar al individuo como producto de la sociedad y no al contrario, por lo que dice que la sociología debería ocuparse del estudio del todo y no de sus partes.

El autor sostiene que el conocimiento emana de la experiencia directa, con lo cual se llegaría a la objetividad absoluta. Asimismo, rechaza al conocimiento de sentido común al que se refiere como falto de rigor. Insiste en distinguir por un lado las prenociones de sentido común y la ideología, y por el otro el conocimiento rigurosamente científico.

En su opinión, el investigador debe luchar constantemente contra el conocimiento vulgar y los valores ideológicos. De igual modo, el pensador subestima el papel del sujeto de estudio. También renuncia a admitir la necesidad de alguna hipótesis teórica previa a la labor de clasificación; menciona la utilidad de la teoría sólo al final del proceso de investigación, cuando es cuestión de interpretar causalmente las relaciones establecidas por simple correlación.

En Durkheim, la realidad desempeña un papel pasivo que no lleva a verdaderas reformulaciones teóricas; lo empírico lo atrae, sólo en tanto pueda ser interpretado por sus elementos teóricos previamente formulados y definitivamente estáticos.

La sociología de Durkheim, al igual que las ciencias exactas, pretende establecer leyes generales que expliquen lo tangible, lo exterior.

Max Weber afirma que el problema sustancial es desarrollar categorías, que a manera de objetos de estudio, permitan tanto su investigación correlacional como asegurar la unicidad de los objetos singulares.

El tipo ideal cumple esa función, pues alude a la reunión de una gran cantidad de fenómenos individuales. Este autor niega la existencia de “una” teoría determinada. Sin embargo, no coincide con el sesgo antiteórico de Durkheim. En su opinión es absurdo que una teoría pueda dar cuenta de todos los hechos; debería concentrar su tarea en tan sólo un aspecto de la infinita realidad.

Esta postura no puede ser confundida con la del empirista, que descarta la importancia de los elementos racionales en función de los fenómenos concretos. Weber define los tipos ideales como cuadros mentales, no como la realidad histórica, y mucho menos como la realidad auténtica.

Entonces tenemos que contrariamente a los objetos de estudio de Durkheim, que contienen la verdad absoluta “extraída objetivamente de la superficie de la realidad”; los de Weber nos alejan de ella para dominarla mejor, intelectual y científicamente, pero sólo de modo fragmentario. Para ello es importante el sujeto del conocimiento, para seleccionar la parcela de la realidad por investigar.

Después construye su objeto de estudio, siempre en función de un sistema personal de elementos referenciales, que si bien pueden constituirse en una teoría, no dejan de representar un punto de vista inicial valorativo. Weber denomina relación con los valores al vinculo entre el investigador y su sistema referencial, cuya función consiste en determinar el proceso de construcción del objeto de estudio ante la infinita e inagotable realidad.

A diferencia de Durkheim, Weber no soslaya el papel del conocimiento común lo contempla como una de las partes de la realidad, sin embargo, lo diferencia del conocimiento científico. El autor opina que la ideología constituye una característica esencial de la naturaleza humana, por lo que no sólo enmarca el conocimiento vulgar, sino incluso el científico: “la ausencia de ideología y la objetividad no tienen ningún parentesco interno”.

Así la construcción del objeto de estudio debe tener dos funciones: especificar el sistema de valores o ideología que caracterizan al sujeto de conocimiento, y, efectuar una tarea conceptual de manera de romper con el saber rutinario, personal e intuitivo.

Karl Marx Al igual que los otros dos autores sugiere la posibilidad de lograr un conocimiento objetivo de la realidad a través de una adecuada construcción del objeto de estudio. Sin embargo, pensaba que La meta no se alcanzaría aplicando sistemas teóricos que contemplaran unívocamente la realidad; como tampoco merced a la simple, aunque sistemática, observación empírica directa. Para Marx los principios no son el punto de partida de la investigación, sino su resultado final, y no se aplican a la naturaleza y a la historia humana, sino que se abstraen de ellas; no son la naturaleza, ni el reino del hombre los que se rigen según los principios; estos son correctos en la medida que concuerdan con la naturaleza y con la historia.

De esta manera el marxismo confiere validez a un objeto de estudio únicamente cuando su construcción a partir de la realidad, logra hacer a un lado la prenoción ideológica.

Marx hace uso de filosofías encaminadas a presentar como eternamente válidas las relaciones de subordinación. Tres conclusiones son importantes para el proceso de construcción del objeto de estudio:
A) tener presente que el conocimiento que proporciona, si se desea objetivo, no puede ser eterno, ahistórico.
B) la construcción del objeto de estudio debe resultar de un método histórico que además considere el conflicto determinado por condiciones materiales, entre las clases dominantes y dominadas.
C) El método mediante el cual se construye el objeto de estudio debe tener en cuenta el punto de vista que realmente conlleva a la superación del conflicto entre clases.

En otros términos, el objeto de estudio auténticamente válido debe inducir una praxis revolucionaria. Dicho objeto de estudio no puede ser considerado como untado estático. La indagación de cómo nace la totalidad, debe ser complementada con una investigación de las fuentes internas de su desarrollo y movimiento.

Marx utiliza la teoría para la transformación revolucionaria del mundo, a diferencia del carácter limitado del objeto de estudio weberiano, el cual no pretende servir de guía en la actividad práctica.

Gómez Jara explica que los dos primeros autores sirven para argumentar la postura funcionalista en el estudio de las ciencias sociales.

El funcionalismo tiene un enfoque empirista que preconiza las ventajas del trabajo de campo. Hasta el siglo XIX, la mayoría de las labores se realizaban en un gabinete, mediante relatos sesgados de viajeros. El funcionalismo abrió el camino de la antropología, desarrollándose con gran éxito en Estados Unidos.

Bajo esta mirada, las instituciones sociales serían medios colectivamente desarrollados para la satisfacción de las necesidades biológicas y culturales; se pone un énfasis particular en el mantenimiento de la estabilidad social.

La teoría funcionalista, considera a la sociedad como una totalidad marcada por el equilibrio.

Los funcionalistas tienen una visión biologisista de la sociedad, es decir, entienden la sociedad como una entidad orgánica cuya normalidad viene postulada por fenómenos que se repiten regular y sistemáticamente. La "salud" de la sociedad depende de la integración funcional de sus partes en el conjunto. El encargado de la integración es el sistema institucional, por lo que la forma de poder institucional queda así naturalizada.

El empirisismo es una de las bases de la teoría funcionalista. Es una corriente filosófica del siglo XVIII que busca conocer la realidad a través de la observación de los fenómenos observables. La explicación de los acontecimientos se obtiene para los empiristas mediante la construcción de leyes generales y las relaciones causales entre fenómenos observables. Otra doctrina filosófica que influyó en la construcción del pensamiento funcionalista es el positivismo, escuela fundada por Augusto Comte.

Su concepción de la realidad sólo se sostiene en aquello que puede ser experimentado por los sentidos, es decir, sólo el conocimiento científico puede llegar a ser un conocimiento verdadero y la mitología, la religión o la metafísica son tenidas por falsas e inútiles.

Gómez Jara explica que el problema de esta postura es que está sustentada en una metodología inductiva y una técnica de investigación directa basada el la recolección unilateral del investigado al investigador y autoritaria que desecha la problemática del objeto investigado por sus intereses particulares, que no son sino los de sus patrocinadores.

A esta postura Gómez Jara opone el método dialéctico que no sólo busca describir la realidad, sino transformarla. Retoma la tesis 11 de Marx sobre Feuerbach:

“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.

Gómez jara divide el materialismo histórico en dos grandes campos:
a)La corriente cuya técnica de investigación se reduce a la especulación bibliográfica, generalmente basado en los clásicos marxistas.
B)La corriente empeñada en realizar una técnica social que recoja la información de la realidad concreta y contradictoria, en forma directa y participante. Pioneros de ésta postura son los integrantes de la Escuela de Frankfurt: Horkeimer, Adorno, Wittfogel y Marcuse.

Aunque ambas técnicas están enfocadas al cambio social, difieren de las posibilidades de aprehensión de la realidad y por ende en su efectividad para elaborar una serie de alternativas hacia la acción transformadora.

La primera técnica significa continuar con la práctica colonialista de los intelectuales latinoamericanos de aplicar persistentemente el materialismo dialéctico como un conjunto de verdades descubiertas en las metrópolis y cuya misión particular consiste en ajustar la realidad nativa a tales aseveraciones.

O bien significa utilizar las deformaciones que el estalinismo impone al marxismo a manera de dogmas indiscutibles.

El problema con el positivismo, el funcionalismo y el estructuralismo es que conciben la realidad social capitalista-imperialista como una situación normal, definitiva o perfectible en el mejor de los casos.
Por ello es preferible optar por un modelo de investigación social con participación directa y comprometida. Lo cual no implica rechazar la investigación documental, el manejo estadístico, la cuantificación de datos, etc.

De lo que se trata es de señalar el aspecto central, determinante de la investigación sociológica destinada al cambio social. Las técnicas lejos de jugar un papel neutral o representar solamente cuestiones académicas desbordan esos márgenes.

Uno de los requisitos para realizar una investigación que realmente refleje la dinámica de la realidad es que el científico social se vaya a vivir –convivir con el investigado-, sumergirse en su mundo y desde adentro comprenderlo y hacerlo comprender su realidad. Interpretar globalmente su significado desde sus propio intereses históricos de clase.

Sin embargo existe una situación particular: normalmente el científico social se encuentra sujeto a las decisiones de quien patrocina la investigación, así se convierte en un proletario intelectual la mayor parte de las veces inconsciente de tal circunstancia y por lo tanto fácilmente manipulable, bajo la exigencia de que el investigador debe despojarse de sus ideas, inclinaciones e intereses particulares a la hora de la investigación-interpretación.

Con tal argumento se esconde el interés de controlar al investigador para que no se solidarice con las víctimas de la explotación social.

Si bien en la investigación social los métodos inductivo y deductivo, propios del funcionalismo, presentan claras limitaciones por tener una orientación eminentemente instrumental, y pretender instaurar en su ámbito el determinismo de las ciencias naturales, son instrumentos valiosos en los confines de la investigación directa y participante.

Revisemos sus características:

MÉTODO LÓGICO DEDUCTIVO
El papel de la deducción en la investigación es doble:
Primero consiste en encontrar desconocidos, a partir de los conocidos. Una o principio puede reducirse a otra mas general que la incluya. También sirve para descubrir consecuencias desconocidas, de principios conocidos. La matemática es la ciencia deductiva por excelencia; parte de axiomas y definiciones.

MÉTODO DEDUCTIVO DIRECTO – INFERENCIA O CONCLUSIÓN INMEDIATA. Se obtiene el juicio de una sola premisa, es decir que se llega a una conclusión directa sin intermediarios. Ejemplo:
"Los libros son cultura"
"En consecuencia, algunas manifestaciones culturales son libros"

MÉTODO DEDUCTIVO INDIRECTO – INFERENCIA O CONCLUSIÓN MEDIATA - FORMAL. Necesita de silogismos lógicos, en donde silogismo es un argumento que consta de tres proposiciones, es decir se comparan dos extremos(premisas o términos) con un tercero para descubrir la relación entre ellos. La premisa mayor contiene la proposición universal, la premisa menor contiene la proposición particular, de su comparación resulta la conclusión. Ejemplo:
"Los dueños del Capital son explotadores"
"Carlos Slim es dueño del Capital"
"Por tanto, Carlos Slim es explotador"

MÉTODO HIPOTÉTICO-DEDUCTIVO
Un investigador propone una hipótesis como consecuencia de sus inferencias del conjunto de datos empíricos o de principios y más generales. En el primer caso arriba a la hipótesis mediante procedimientos inductivos y en segundo caso mediante procedimientos deductivos. Es la vía primera de inferencias lógico deductivas para arribar a conclusiones particulares a partir de la hipótesis y que después se puedan comprobar experimentalmente.

MÉTODO LÓGICO INDUCTIVO
Es el razonamiento que, partiendo de casos particulares, se eleva a conocimientos generales. Este método permite la formación de hipótesis, investigación de leyes científicas, y las demostraciones. La inducción puede ser completa o incompleta.

INDUCCIÓN COMPLETA. La conclusión es sacada del estudio de todos los elementos que forman el objeto de investigación, es decir que solo es posible si conocemos con exactitud el numero de elementos que forman el objeto de estudio y además, cuando sabemos que el conocimiento generalizado pertenece a cada uno de los elementos del objeto de investigación. Las llamadas demostraciones complejas son formas de razonamiento inductivo, solo que en ellas se toman muestras que poco a poco se van articulando hasta lograr el estudio por inducción completa. Ejemplo:
"Al estudiar el rendimiento académico de los estudiantes del curso de tercero de administración, estudiamos los resultados de todos los estudiantes del curso, dado que el objeto de estudio es relativamente pequeño, 25 alumnos. Concluimos que el rendimiento promedio es bueno. Tal conclusión es posible mediante el análisis de todos y cada uno de los miembros del curso."

INDUCCIÓN INCOMPLETA: Los elementos del objeto de investigación no pueden ser numerados y estudiados en su totalidad, obligando al sujeto de investigación a recurrir a tomar una muestra representativa, que permita hacer generalizaciones. Ejemplo:
"los gustos de los estudiantes de la Facultad de Ciencia Políticas en relación con la música"
El método de inducción incompleta puede ser de dos clases:
Método de inducción por simple enumeración o conclusión probable. Es un método utilizado en objetos de investigación cuyos elementos son muy grandes o infinitos. Se infiere una conclusión universal observando que un mismo carácter se repite en una serie de elementos homogéneos, pertenecientes al objeto de investigación, sin que se presente ningún caso que entre en contradicción o niegue el carácter común observado. La mayor o menor probabilidad en la aplicación del método, radica en el numero de casos que se analicen, por tanto sus conclusiones no pueden ser tomadas como demostraciones de algo, sino como posibilidades de veracidad. Basta con que aparezca un solo caso que niegue la conclusión para que esta sea refutada como falsa.

MÉTODO DIALÉCTICO
La característica esencial del método dialéctico es que considera los fenómenos históricos y sociales en continuo movimiento. Dio origen al materialismo histórico, el cual explica las leyes que rigen las estructuras económicas y sociales, sus correspondientes superestructuras y el desarrollo histórico de la humanidad. Aplicado a la investigación, afirma que todos los fenómenos se rigen por las leyes de la dialéctica, es decir que la realidad no es algo inmutable, sino que está sujeta a contradicciones y a una evolución y desarrollo perpetuo. Por lo tanto propone que todos los fenómenos sean estudiados en sus relaciones con otros y en su estado de continuo cambio, ya que nada existe como un objeto aislado.

Este método describe la historia de lo que nos rodea, de la sociedad y del pensamiento, a través de una concepción de lucha de contrarios y no puramente contemplativa, más bien de transformación. Estas concepciones por su carácter dinámico exponen no solamente los cambios cuantitativos, sino los radicales o cualitativos.

Aunque no existen reglas infalibles para aplicar el método científico,
Mario Bunge considera las siguientes como algunas de las más representativas:

Formulación precisa y específica del problema
Proponer hipótesis bien definidas y fundamentadas
Someter la hipótesis a una contrastación rigurosa
No declarar verdadera una hipótesis confirmada satisfactoriamente
Analizar si la respuesta puede plantearse de otra forma.

INVESTIGACIÓN DIRECTA Y PARTICIPANTE
Es considerada dentro del campo de las técnicas de investigación como la que representa el aspecto más relevante en la tarea de obtener información fidedigna. No significa que haya que excluir a las demás técnicas, sino subrayar que en las condiciones actuales, se convierte en el elemento decisivo para el desarrollo de una ciencia social impulsora del cambio social a favor de los trabajadores.

Se le denomina directa porque acude a las fuentes primarias u originales del problema estudiado, supera de esta manera los prejuicios y o formas tradicionales condicionadas o no de enfocar los problemas. Esta forma de investigación se aleja de los aspectos meramente teorizantes del la tradición sociológica europea y de los instrumentales de la escuela Norteamericana. Toma los aspectos valiosos de ambas posturas para llegar a una aprehensión lo más completa posible de la realidad y así poder transformarla, es como lo dice Adolfo Sánchez Vázquez: “ir de la teoría a la practica y de la practica a la teoría”.

Es participante porque supera a la sociología del espectador, elimina la barrera entre el sujeto (investigador) y el objeto (lo investigado) dado que aquel se incorpora al campo de estudio y globalmente se autoanaliza.
Ambos se estudian y se reconocen: la comunidad deja de ser la cosa estudiada y se transforma y el investigador es a la vez el estudioso y el estudiado por sí mismo para determinar el grado en que su presencia en el estudio y en las resoluciones tomadas por la comunidad, y para la comunidad en la medida en que lo acepta como vehículo concientizador.

Bibliografía:

GÓMEZ, Jara Víctor. Técnicas de desarrollo comunitario (apéndices 1 a 4) 8ª ed., México, Fontamara, 1993, 376 p.

Bibliografía complementaria:
WEBER, Max , Ensayos sobre metodología sociológica. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1973
BRAVO, Victor, Díaz-Polanco, Héctor y Michel, Marco A. Teoría y realidad en Marx, Durkheim y Weber .Centro de Investigación para la Integración Social. México 1982. Cuarta edición.
[1] WEBER, Max , Ensayos sobre metodología sociológica. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1973

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